SANTIAGO, RD/ EL VOCERO. - A pesar de que los dos bandos contrincantes estaban conscientes de que la jugada marchaba como se esperaba, el destino cambió debido a que un “peo” provocó una sensación de malestar que llevó a todos desparpajarse como si de una “bomba lacrimógena” se tratara.
Uno de los afectados gritó “fo que bajo a peo”, mientras que otra de las victimas expresó que “el creía que era un mal olor de una cuneta”, dirigiendo la mirada hacia quien percibía era el responsable.
Un ciudadano estadounidense que estaba cerca revisó su cartera para ver si su medicare estaba al día, pues creía que el hedor repugnante le provocaría una intoxicación que alteraría su estado de asma.
Mientras que el coordinador de un encuentro dominical de son, en el que se reúnen decenas de familias, pensó que al día siguiente no podría convocar el evento por los efectos dañinos que dejó en sus pulmones el mencionado peo.
A raíz de este incidente, el propietario del negocio de bebidas tuvo que cerrar de emergencia, lo cual fue necesario llamar al 9-11.
El Ministerio Público y la Policía Nacional iniciaron una investigación profunda para dar con el responsable de este macabro incidente que, afectó emocional y físicamente a los involucrados en la jugada.
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